La sinigual aventura del mançebo y el pastor elétrico

 

La humildad es cosa bella

y el orgullo, cosa atroç, 

pero baxando la voç

sus contaré una cosiella.

 

Contemplando las estrellas

cuando mançebo, me dio

un elétrico pastor

un calambre en la puntiella.

 

Una linda pastorçiella,

al contemplar mi estupor,

quiso buscar un dotor.

¡Poco imaginaba ella!

 

Pues, debido a la çentella,

mi adminículo amador

quedó mejor y mayor.

¡Afortunada chiquiella!

 

Desde entonçes, ¡maraviella!,

soy el Çeus del amor,

el Xúpiter del goçor...

Pregunte a cualquier donçella.