Jitanjáforas progresistas

 

Prólogo carminativo

 

No son cosa de hoy estas chorradas

de fabricar palabros progresistas

para pasar por cultas y por listas

y, sobre todo, por las más osadas.

 

Princesa de las hembras colocadas,

virreina de las huestes socialistas,

primera dama (no daré más pistas),

fue pionera en estas mamonadas.

 

El “jóvenes y jóvenas” –bobadas

soltadas a placer a cada rato

con suficiencia, pompa y aparato–

dio paso a los “parados y paradas”.

 

Mucho bla-bla para no decir nada…

George Orwell lo llamó “lengua de pato”

para engañar al tonto y mentecato,

para dejar la masa obnubilada.

 

Tengamos en la mente fresco el dato

sobre esta neolengua diseñada

para vender la más completa nada:

todo ello comenzó en el felipato.

 

 

Capítulo I: Jitanjáfora membruda

 

La glauca afrodisiaca chuchalima

resplande enchufandiente y onusiana,

y, zetapetamente y haragana,

plumbea logsetriz en la tarima.

 

Fodidos desde el jondo de la sima,

pispiamos verdeantes la jarana.

¡Con cuántas progras rima bien la rana

mientras que miembra tiene mala rima!

 

Sin previo jurular e imputrescido,

me se ha furunculado este terzote,

primante de un sextote esclarecido.

 

Dedico perlimplón este sonote

floroso, pertumaz y progresido

a la generación tonta del bote.

 

 

Capítulo II: Jitanjáfora portavociente

 

Lunfarda demostente por la boza,

blablea oligolente y engallada,

y endilga por la mue parlamentada

analfabetamente recia coza.

 

Julean los tachines de la moza

que por la tafarilla está soldada;

bobea vocablejos bolingada

y esgüelda a tutiplén la portavoza.

 

Lamelibranquia y julandronamente

ñoñea a los pimpollos y pimpollas

cual silfogurruñaña violescente. 

 

Esmerulad nescientes las farfollas,

mas no gargaricéis tan lindamente

para no demostrar ser gilipollas.