Qataruña

–El catalán es un ser que se ha pasado la vida siendo un español cien por cien y le han dicho que tendría que ser otra cosa.

 

Así resumió el nacionalismo catalán uno de los catalanes más lúcidos del siglo XX, Josep Pla, en una célebre entrevista televisiva de 1976. El genio se demuestra en la brevedad: ni miles de páginas podrían explicarlo mejor.

 

Además de otras muchas cuestiones que ahora no vienen al caso, la incoherencia esencial del nacionalismo catalán consiste en que se proclama defensor de unas esencias étnico-histórico-culturales ancestrales, al parecer en peligro, al mismo tiempo que propone una Cataluña indiferente a esas esencias pero con la única condición de ser ajena y hostil a España. El evangelio nacionalista ha proclamado el dogma de que se puede ser catalán tailandés, catalán boliviano, catalán sij, catalán israelí, catalán árabe, catalán mauritano y catalán senegalés, pero no catalán español. ¡Insoportable bifurcación del alma, como la definiera Prat de la Riba! Para el nacionalismo, eso tan bonito de las identidades compartidas, compuestas, yuxtapuestas o transversales funciona en todos los casos menos, precisamente, en el que lleva muchos siglos existiendo, el que salta a la vista de puro evidente: ser catalán y español, pues ambas cosas siempre han sido y siguen siendo lo mismo, como recordó, con su invencible sonrisa, el egregio literato ampurdanés. En esto consiste la inmensa farsa del nacionalismo catalán: España, fuera; todo lo demás, dentro. Así de sencillo.

 

La última manifestación de este curioso fenómeno de auto-odio es la posibilidad de que, por iniciativa qatarí, la clausurada plaza de toros Monumental de Barcelona acabe convertida en la mezquita más grande de Europa, lo que encajaría estupendamente en la tradicional preferencia de la Generalidad por la inmigración magrebí frente a la sudamericana, peligrosamentemente hispanohablante. ¡Ni Pla habría podido imaginar mejor resumen de eso que desde hace un siglo viene llamándose el problema catalán!

 

¡Maravillosa premonición de la Cataluña futura, vive Alá!

 

El Diario Montañés, 10 de julio de 2014

 

Artículos relacionados: Nación, mentiras y sentimiento - El complejo de Astérix - La raza catalana - Carta a Le Monde - Lettre à le Monde - Catalonia is not Scotland - Francia y Cataluña: historia y disparate - Diada de la Hispanitat - Aquí yace un español - ¿España contra Cataluña? - Provincia contra provincia - El fraude de la nación - El photoshop separatista - 300 años - Inglaterra contra Escocia - Historia lisérgica